sábado, julio 14, 2018

Siete reediciones nacionales ratifican la nueva edad de oro del vinilo

El Mercurio

Álbumes de Nicole, Gondwana, Glup, Mauricio Redolés, y de las sonoras Palacios y Tommy Rey vuelven a las tiendas en 12 pulgadas, como parte de un afán de contar con el catálogo local en el formato físico de que mejor salud goza. 

Sebastián Cerda
El 1 de enero de 1999 fue la fecha en que inició sus operaciones Napster, la plataforma ícono en la proliferación del mp3 y la música compartida, con un término definitorio atravesando su naturaleza: Gratis. La mayoría de los consumidores, a partir de entonces, asumió que pagar por la música era algo innecesario, y la debacle para la industria se hacía patente. El formato físico, parecía iniciar la despedida.

Pero 20 años después, tener un soporte material entre manos ha vuelto a recobrar la magia entre los melómanos, y la llave maestra apareció en el más remoto de los orígenes: El vinilo. En ese contexto, esta semana se produjo un regreso local en masa, con siete discos publicados originalmente en la época de oro del CD, y que ahora ven por primera vez la luz en vinilo. Se trata de "Esperando Nada" y "Sueños en Tránsito" de Nicole, "¿Quién mató a Gaete?" de Mauricio Redolés, "Gondwana" de Gondwana, "1999" de Glup, "Éxitos de Oro" de la Sonora Palacios, y "30 años de éxitos" de La Sonora de Tommy Rey. Todos editados por el sello Sony.

Desde esa casa discográfica cuentan que la reedición en vinilo es un esfuerzo en el que están embarcados al menos desde 2016, con tandas de publicación que ya han abarcado parte del catálogo de Los Jaivas, Los Tres, Los Bunkers y Soda Stereo, entre otros. "Partimos con discos que en su época fueron editados en vinilo, y otros están recién saliendo ahora en ese formato por primera vez", dice Daniel Henríquez, encargado de Special Marketing del sello.

Sin embargo, la valoración por su sonido y cierto romanticismo terminaron trayéndolo de vuelta, lo que en casos como el del material pensado estrictamente para disco compacto, significó un desafío mayor. "Tuvimos que hacer que los minutos del CD entraran en vinilo. En un disco de Los Bunkers, por ejemplo, tuvimos que cambiar un tema del lado B al A, para poder calzar los tiempos. Y en el arte el trabajo es más arduo, porque pasas de una gráfica de 12 por 12, a una de 30 por 30".

Aquello pudo ser resuelto de manera más amigable en producciones que contaban con un trabajo principalmente de diseño, como Gondwana, Glup y la Sonora Palacios. Sin embargo, casos como el de Nicole, en que el protagonismo de la carátula recaía en una fotografía, a ratos se tornaron cuesta arriba. "Esa parte es más difícil de reconstruir cuando no cuentas con la foto original", dice Henríquez.

La cantante cuenta que "yo tenía las diapositivas y muchas fotos de las sesiones, pero no encontraba las imágenes de las carátulas. Así es que esas hubo que corregirlas".

El disco entero

La intérprete de "Dame luz" se reconoce como una fanática de los vinilos, y la presente reedición viene a corroborar una cruzada por ver toda su discografía en ese formato. "Ya tenía editados mis discos 'En vivo' y 'Panal', y ahora estoy conversando para editar también 'Viaje infinito' y 'APT'. Sería lo máximo, pensando que el próximo año cumplo tres décadas desde mi primera grabación" dice.

De ese modo, espera que más personas puedan escuchar su material de la misma manera en que ella disfruta la música. "En los vinilos no puedes mover la aguja a cada rato, y eso te insta a escuchar todo el álbum. Eso para mí tiene mucho valor: Escuchar un disco entero, una obra completa. Así se entiende mejor el concepto, lo que el artista quiso decir", afirma la cantante.

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