El Mercurio
Ayer se anunció un cartel con 122 artistas que potenció la apertura estilística del evento, que va desde el rock hasta la cumbia, pasando por la música urbana y la electrónica.
RAIMUNDO FLORES y JOSÉ VÁSQUEZ
Por segundo año consecutivo la edición chilena de Lollapalooza se extenderá por tres días -del 29 al 31 de marzo de 2019-, lo que implica más de un centenar de presentaciones que en esta versión serán encabezadas por el debut en Chile de Kendrick Lamar.
El rapero es probablemente la figura más destacada del hip hop mundial en el último lustro, logrando conjugar el éxito masivo con letras que abordan la política estadounidense y las problemáticas de las comunidades afroamericanas en ese país. Además de los 12 premios Grammy que acumula, Lamar hizo noticia este año por ser el primer artista de música popular en ganar el Premio Pulitzer de Música, que desde 1943 solo habían obtenido músicos clásicos y de jazz.
Otra banda que acompaña a Lamar en la cabeza del cartel es Arctic Monkeys, viejos conocidos del festival. Los ingleses habían liderado la edición de 2012, aunque esta vez llegan con un nuevo disco bajo el brazo. "Tranquility Base Hotel & Casino", es su última placa, donde la banda cambió las guitarras aceleradas por pulsos más tranquilos.
Lenny Kravitz aparece como una de las pocas figuras con una carrera anterior al nuevo milenio, aunque su largo recorrido tiene como último hito el lanzamiento de "Raise vibration" en septiembre, su primer álbum de estudio en cuatro años, donde predominan el rock y el funk.
Nombres como Sam Smith, Twenty One Pilots y Post Malone llegan como alternativas pop, aunque desde distintas veredas. Smith ha logrado el éxito con sus baladas románticas con sabor a R&B; Twenty One Pilots tienen a su disco "Trench" como uno de los más escuchados del año gracias a su combinación entre hip hop y rock, y Malone es uno de los artistas más exitosos en las plataformas de streaming con su propuesta que va desde el trap al country.
La música de habla hispana también tendrá variedad en sus exponentes, sorprendiendo con la presencia de figuras como Juanes y Vicentico, nombres comúnmente asociados a otro tipo de escenarios. España tendrá igualmente una delegación importante liderada por Rosalía (ver nota secundaria), y también Brasil, con uno de los números que se anticipan como imprescindibles de la próxima edición: Caetano Veloso, quien llegará junto a sus hijos Moreno, Zeca & Tom, con quienes lanzó este año al álbum "Ofertorio".
Chile contará con números consolidados como Gepe, Ana Tijoux, Joe Vasconcellos y Francisca Valenzuela, aunque también tendrá espacio para nombres más emergentes como Gianluca y Humboldt, entre otros.
Como es ya costumbre, el cartel considera a reputados músicos electrónicos como Tiësto, Steve Aoki y Odesza.
Récord de público
Esta será la segunda edición del festival con su extensión a tres días, y si este año convocó a un récord de 80 mil personas diarias, para 2019 esperan incrementar esa cifra en cerca de 10 mil por jornada. "Para el próximo Lollapalooza ocuparemos un espacio mayor del Parque O'Higgins y pensamos que con eso podremos albergar de buena manera este aumento de público", asevera el productor de Lotus, Maximiliano del Río, quien también habla de una versión más ecléctica, que responde al momento actual de la industria musical.
"Lo urbano se ha insertado muy fuerte y es cosa de ver los carteles de los festivales en el mundo para darse cuenta de que estos ritmos encuentran en eventos como Lollapalooza el lugar para entrar a un nuevo público. Hoy, además, los más jóvenes escuchan desde el reggaetón al metal sin necesariamente escalas entre ambos mundos", añade.
El productor admite que esta vez resultó más compleja la elaboración del cartel, donde negociaron con una serie de artistas con los que finalmente no lograron llegar a un acuerdo, lo que demoró el momento de dar a conocer los nombres que serán parte del evento. "Conversamos con casi todo el mundo, pero sabemos que al final, tarde o temprano, todos van a terminar viniendo", señala Del Río, ya pensando en las próximas ediciones.
Rosalía y su pop flamenco en esta versión
R. F.
Rosalía llegó a la ceremonia de los Latin Grammy que se realizó hace una semana en Las Vegas como la artista femenina más nominada. Se llevó dos premios -Mejor Interpretación Urbana y Mejor Canción Alternativa- y realizó una presentación alabada en las redes sociales.
Una jornada representativa de lo que es hoy en día la catalana de 25 años, quien gracias al exitoso recibimiento que ha tenido su recién lanzado segundo álbum -"El mal querer"- se ha posicionado como una de las artistas del momento.
La propuesta de la autora de "Malamente", que llegará a Chile por primera vez para el próximo Lollapalooza, ha destacado por cómo fusiona el flamenco con géneros modernos, con influencias del pop y la música urbana, y letras que abordan el empoderamiento femenino.
La catalana encabezará una fuerte delegación española que llegará al festival con exponentes de la música urbana como C. Tangana, Bad Gyal y Kidd Keo y el reggae de Green Valley.
Su influencia no se queda solo en la música. Este año participó en el rodaje de la nueva película de Pedro Almodóvar, "Dolor y gloria", que se estrenará en 2019 y donde comparte elenco con Penélope Cruz, Antonio Banderas y Cecilia Roth.
Américo: "Hace unos años hubiera sido raro que estuviera en este festival, hoy ya no lo es tanto"
J. V.
Américo se lo toma con humor: "Espero que la gente en las redes sociales no me trate tan mal". El cantante ayer fue una de las tendencias en Twitter, donde muchos cuestionaban su presencia en el cartel de Lollapalooza.
Pero la voz de "Te vas" se tiene fe y se anticipa al momento en que le toque subir al escenario de un evento, donde, en principio, apareció como uno de los nombres más inesperados del listado de artistas.
"Cuando ocurra la presentación misma la gente va a estar en una onda de fiesta, disfrutando los distintos escenarios. Me han tocado eventos donde uno piensa que no va a funcionar mucho mi presencia y termina siendo todo lo contrario", cuenta desde Orlando, donde se encuentra disfrutando unos días libres con su familia.
El cantante se radicó en abril pasado en Weston, una ciudad cercana a Miami y desde ahí planifica ahora su trabajo con ambición continental. Fue allá cuando en septiembre llegó a un acuerdo para ser parte del evento. "Para mí fue sorpresivo, porque era un escenario que me resultaba soñado. Hace unos años hubiera sido raro que estuviera en este festival, pero siento que hoy ya no lo es tanto".
Américo defiende la forma cómo han evolucionado este tipo de eventos, junto con las tendencias musicales y recuerda el último Coachella, realizado en abril pasado, donde la banda de cumbia mexicana Los Ángeles Azules motivó que hasta a Justin Bieber bailara con sus canciones cuando iba pasando por su escenario. "Eso pasó allá y fue muy bonito. Acá la música popular masiva tiene esa sonoridad tropical y en su momento la apertura la realizó Chico Trujillo. Este año, otra artista como Mon Laferte con matices rockeros, pero al mismo tiempo muy romántica, también triunfó. El abanico se ha abierto mucho y eso ha ocurrido porque el público también lo ha demandado".
A su show en Lollapalooza, el intérprete espera llegar con material nuevo, un anticipo de su nuevo disco que planea lanzar durante 2019. Y aunque sabe que debe apelar a sus éxitos, no se cierra a la posibilidad de interpretar incluso algún cover , como el que hizo de Jorge González en el programa de TVN "Puro Chile". "'Esta es para hacerte feliz' salió muy bien y creo que sería una buena idea incorporarla al listado de canciones. Quiero que sea una fiesta, pero sé que no debo exagerar, porque podría resultar un error hacer más cosas de las necesarias. Hay que ser asertivo", dice con prudencia antes de la rumba que espera montar en marzo.
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