El Mercurio
Nacida en la música del Barroco, esta artista búlgara hoy navega por aguas muy diversas convertida en estrella de la ópera.
Juan Antonio Muñoz H.
El sábado 17 de noviembre, el Teatro del Lago tendrá su gran fiesta anual con el recital de la soprano búlgara Sonya Yoncheva, estrella de la ópera que comenzó su carrera en el ámbito de la llamada Música Antigua y que hoy es disputada por los más grandes escenarios del mundo. Una carrera que fue una visión de su madre, quien vio en ella y en su hermano Marin el potencial para ser alguien en el difícil mundo de la música.
Siete años menor que Sonya, Marin partió como cantante pop, pero hoy acompaña, como tenor, a su hermana en sus conciertos: "Hicimos juntos un tour de mi último álbum dedicado a Verdi", cuenta a "El Mercurio" desde Berlín. "El 23 de octubre dimos el último concierto. Marin cantaba un duetto conmigo y también un aria. Él era una estrella increíble en Bulgaria, pero el negocio de la música popular fue mucho para él, así que se decidió por la ópera, y como yo soy su hermana grande, lo estoy provocando y ayudando un poquito. Yo no quiero imponerlo a la industria, no lo haría jamás. Sé que él puede hacer su camino solo. Es un tenor lírico, con una voz muy bonita y es aún muy joven. También tiene una gran personalidad, pero le tiene mucho miedo al escenario. Es curioso, pero cuando yo era más joven era más tímida que él, quien era una estrellita todo el día, cantaba por todas partes y hacía publicidad en la TV. Yo, en cambio, muy reservada. Ahora es exactamente lo contrario".
-¿Por qué cree que hay tantos cantantes búlgaros? ¿Qué comen ustedes?
"(Ríe). Una buena pregunta. ¡Comemos mucho queso feta! Es simplemente que tenemos una tradición y una buena escuela. También creo que tiene relación con el idioma que hablamos, porque el búlgaro es un idioma especial; es eslavo, pero también oriental, tiene muchas palabras turcas y también algo de griego, y estamos mezclados con los romanos. Este lugar de Europa tiene una muy fuerte concentración de colores y olores, y de todo lo que se quiera... Pienso que esas mezclas son muy interesantes. Lo veo con mis hijos, que tienen mis genes y los de su papá, que es venezolano, pero con gotas de italiano y armenio. Esas mezclas producen personas sumamente interesantes. En América Latina también ocurre".
-¿Conoce Venezuela, la tierra de su marido (el director de orquesta Domingo García Hindoyán)?
"No, lamentablemente. Ese viaje será mi debut en América Latina. Donde primero cantaré será en Chile, en Frutillar, que me han dicho que es precioso".
-Así es. Con un teatro estupendo junto al lago Llanquihue y frente al volcán Osorno.
"¡Qué maravilla! Y qué pena que solo voy a estar un día. Creo incluso que menos de un día".
La primera parte del programa que Sonya Yoncheva cantará en Chile estará dedicada a Jules Massenet: "Il est doux, il est bon", de "Hérodiade"; "Pleurez mes jeux", de "Le Cid"; "Adieu, notre petite table", de "Manon", y "Dis moi que je suis belle", de "Thais". La segunda parte será para Puccini: "Donde lieta uscì", de "La Bohème"; "In quelle trine morbide", de "Manon Lescaut"; "Se come voi piccina", de "Le Villi", y "Un bel dì vedremo", de "Madama Butterfly". El pianista Antoine Palloc interpretará "Méditation", de "Thais" (Massenet), e "In sogno", de Catalani.
La soprano búlgara debutará en Chile y en América Latina en el Teatro del Lago de Frutillar, con un programa de obras de Massenet y Puccini.
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