Mon Laferte también cuenta que pronto Omar Rodríguez-López dará a conocer su nuevo proyecto, donde ella aparecerá cantando. "Así nos conocimos, pero no puedo contar más, sino me mata". |
El Mercurio
La cantante habla de "Norma", el disco que lanza este viernes, una venganza con ritmo latino del trato despectivo que recibió cuando antes hizo esta música.
JOSÉ VÁSQUEZ
Todo comenzó donde prácticamente terminó. Mon Laferte cuenta que "Funeral", el penúltimo tema de "Norma", que sale al mercado el próximo viernes, fue su primera composición para este álbum, cuando el año pasado todavía no tenía ninguna certeza de qué se trataría su nueva producción.
La canción, un bolero que rompe con la cadencia latina que predomina en su nuevo trabajo, es un relato en un lenguaje hipercotidiano de cómo la rutina acaba con el amor. "Fue ahí, cuando la terminé, que me di cuenta de que podía escribir 10 canciones que contaran la historia de una relación", dice la voz de "Tormento", sobre una producción que abre con el coqueteo de "Ronroneo", que llega en clave tropical, pero siempre bajo los filtros vintage de la viñamarina y que luego salta de inmediato al sexo en "No te me quites de acá", con una letra que ahorra metáforas mientras canta cómo la ropa de la pareja vuela por encima de la cama.
"Escribo de lo que me va pasando, y en 'Funeral' es literalmente lo que me pasaba y lo que sentía en un momento de mi vida", cuenta la cantante, que agrega riendo: "Claro que siempre exagero, porque tiendo a ponerle más sal a las cosas. Mi música es muy teatral y cinematográfica", apunta, adelantando que eso se verá graficado en este disco que grabó como si fuera una presentación en directo en los legendarios Capitol Studios, en Los Angeles, por donde pasaron artistas que amplificaron la leyenda de ese lugar, como Frank Sinatra y The Beach Boys.
Mon Laferte dice que modeló este trabajo para que fuera un álbum visual, en el que cada tema tuviera un videoclip y esa, finalmente, fue una de las razones para que se inclinara por ritmos como la cumbia, la salsa y el mambo: quería filmar coreografías con bailarines.
"Todos esos ritmos me servían para contar la historia de la relación y luego tuve que buscar un nombre que identificara a la protagonista y dije: '¿Y si le pongo el mío?'", dice la cantante que terminó titulando el disco con "Norma", que es su primer nombre. "Antes odiaba llamarme así, pero ahora lo encuentro fuerte y, además, entra en el juego de palabras de caer en una norma, algo así como un patrón en mis relaciones de pareja, donde me enamoro, soy intensa y después llega el ¡adiós!".
La portada del disco (en la foto) es bastante decidora: Mon Laferte picando cebolla en actitud dramática. Una apuesta empujada por su buen momento, tanto artístico como popular, enrostrando de forma gráfica un potencial triunfo en un formato con el que sintió un trato despectivo al comienzo de su carrera.
"Quiero decir con esto que, derechamente, mi música es cebolla y ahora se lo grito al mundo. Mucho tiempo me hicieron sentir mal en Chile por hacer esta música cuando era más chica, había una cosa muy despectiva con respecto a la clase social. Siempre me dijeron que era flaite, por eso ahora siento que llego con mi venganza. Es como '¿saben qué? Sí, soy flaite, soy cebolla, pero toco en Lollapalooza; en Austin City Limits, con Paul McCartney, y voy al Grammy", cuenta saboreando su victoria.
Camino a Las Vegas
Durante estos días, la intérprete realizará una minigira por España y viajará la próxima semana a Las Vegas para ser parte de la ceremonia del Grammy Latino, donde compite en Canción del Año por "Antes de ti". "Yo siempre voy a disfrutar, y que te nominen ya es increíble", plantea y da pistas sobre su posible participación en la premiación compartiendo escenario con El David Aguilar -con quien canta a dúo en el último tema de su disco-. "Hay una sorpresa ahí, es lo único que puedo comentar por ahora", señala.
Con el ascendente cantautor mexicano -a quien califica como el actual Agustín Lara- tiene una relación ya de larga data. Además de compartir mánager, él le ha abierto algunos conciertos, y ella hasta le grabó un videoclip, otra faceta dentro de su carrera artística que la tiene muy motivada. "Ya he recibido bastantes peticiones de amigos, hasta Jorge Drexler me dijo que un día debería dirigirle algo, así que ya estoy creando mi carrera como directora", cuenta orgullosa.
Su regreso a Chile lo planifica para 2019, nuevamente con una gira por el país. "Aún estamos armando el calendario", admite, y por ahora descarta volver al Festival de Viña del Mar. "Entiendo que no hay conversaciones, pero de todas maneras, prefiero realizar mi gira antes de regresar ahí, además que todavía me deben una Gaviota", ironiza recordando el trofeo de Platino que el público pidió en su debut en ese escenario en 2017 y que nunca llegó.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario