El Mercurio
El ex Pink Floyd llegó con un arsenal de éxitos de su antigua banda y una espectacular puesta en escena. El artista también incluyó un homenaje a Víctor Jara.
Raimundo Flores S.
Apenas antes de las 21:00 horas, los focos del Estadio Nacional se apagaron mientras la larga pantalla que estaba detrás del escenario proyectaba la imagen de una mujer contemplando el mar que apenas se movió por más de 20 minutos, pero que, poco a poco, dio paso al sonido de las primeras melodías y finalmente a la aparición de Roger Waters y su banda, interpretando "Breathe (in the air)", ante el entusiasmo de un público transversal donde confluyeron fanáticos de distintas generaciones.
A diferencia de la última visita de Waters a Chile, en donde el concierto giró principalmente en torno al álbum "The Wall", esta vez el show no solo repasó ese título, sino que de otros como "Wish you were here", "Animals" y "The dark side of the moon", álbum que acaparó, luego del inicio, las primeras canciones de la jornada con temas como "Time" y "The great gig in the sky", que contó con el lucimiento de las coristas Jess Wolfe y Holly Laessig.
Luego vino "Welcome to the machine" a la que le siguieron algunas de las canciones del último disco solista de Waters, "Is this the life we really want?" (2017). A pesar de la diferencia de más de 40 años entre estas canciones y los clásicos de Pink Floyd, el salto entre una época y otra se dio con naturalidad gracias al tono inconformista y la crítica política presente en las nuevas composiciones.
El concierto siguió con la coreada "Wish you were here" para luego insertarse brevemente en el imaginario de "The wall", que incluyó "Another brick in the wall" con el acompañamiento de un coro de niños que aparecieron disfrazados de reos y que mostraron poleras con el mensaje "Resiste".
Después de un intermedio de 20 minutos, el show entró en su recta final mostrando toda su artillería. En las pantallas se recreó la icónica central eléctrica de la portada de "Animals", que dio paso a la interpretación de "Dogs", en donde Waters mostró una pancarta que decía "que se jodan los cerdos". Luego vino "Pigs (three different ones)" durante la cual se proyectaron imágenes de Donald Trump y algunas de sus frases más polémicas. Durante ese momento, también, un cerdo inflable sobrevoló el estadio con el mensaje "sean humanos". La canción remató con el mensaje en las pantallas de "Trump es un cerdo" que recibió la ovación del público.
Las últimas canciones de la jornada incluyeron clásicos como "Money" -con aplaudidos solos de saxo y guitarra- y "Brain damage", en la cual con ayuda de luces y una esfera voladora gigante se proyectó en tres dimensiones la portada de "Dark side of the moon".
Después de presentar a la banda, Waters pidió su telefóno celular, habló sobre su encuentro el martes con Joan Jara y le dio play a "El derecho de vivir en paz", mientras se proyectaba una foto de Víctor Jara, momento que recibió la mayor oleada de aplausos de la jornada.
Para el cierre quedó "The gunner's dream", que no estaba prevista en el repertorio inicial, y la emotiva y"Comfortably numb".
Según cifras de la productora, 52.000 personas llegaron ayer hasta el Estadio Nacional en lo que significó la tercera parada latinoamericana del tour "Us + them" que ya había pasado por Brasil y Argentina y que ahora seguirá por Perú, Colombia, Costa Rica y México.
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