BÁRBARA CASTRO
Su género predilecto data desde hace más de mil años. Gracias a su ascendencia irlandesa-escocesa, Loreena McKennitt descubrió de pequeña la música celta, estilo tradicional europeo que logró popularizar alrededor del globo durante la década de los 90, con más de 14 millones de copias de discos vendidas.
Un fenómeno que mantenía a Chile al margen, hasta ahora. La canadiense llega por primera vez al país con un recital esta noche en el Teatro Caupolicán, en el marco de la gira para promocionar su décimo trabajo discográfico, "Lost Souls".
Una última entrega, la primera con canciones originales desde 2006, que presenta un recorrido por diversas épocas y regiones del mundo, con inspiración que rescata el trabajo de los poetas ingleses del siglo XIX John Keats y W.B. Yeats, la música popular del Medio Oriente y la esencia unificadora del new age contemporáneo.
La multiculturalidad también se refleja sobre el escenario. Y en el caso de su debut en Santiago, podría esperarse algo similar a lo que ha sucedido en el pasado en sus conciertos en Brasil, episodios en que los arreglos celtas sufrieron una inusual inyección de ritmos latinos.
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