jueves, marzo 07, 2019

Lento pero seguro: directoras de orquesta se toman el podio

Soledad Ramírez y Cristofer Díaz
Cultura
El Mercurio

El camino para llegar a una situación más equilibrada entre directores y directoras ha sido paulatino.


El concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena es uno de los más famosos del mundo. Lo ven por televisión un promedio de 50 millones de personas y este 2019 tomó la batuta el alemán Christian Thielemann. Pero una política española -Beatriz Corredor, del partido socialista y exministra de Estado- lanzó un tuit que dejó en evidencia una situación que para muchos es inexplicable en el siglo XXI: "Para 2020 queremos a una Directora dirigiendo el #ConciertodeAñoNuevo". Nunca una mujer lo ha hecho.

La Filarmónica de Viena ha tenido mujeres al frente, por cierto, como también otras grandes orquestas del mundo, pero hacerlo en ese famoso concierto sería un golpe a la cátedra en el mundo de la dirección orquestal. Este sigue siendo marcadamente masculino.

"Creo que se están abriendo los espacios para que las mujeres dirijan", dice Alejandra Urrutia, hoy titular de la Orquesta de Cámara del Municipal de Santiago -la primera mujer dirigiendo un elenco estable del principal teatro de música clásica y ópera del país-. Positiva en su mirada, Urrutia no duda en nombrar la tradición como uno de los aspectos que hacen más difícil el camino, pero pone sus fichas en la innovación: "Son los tiempos para hacer algo innovador y me gusta que las mujeres nos estemos saliendo de los esquemas para hacer cosas nuevas".

Ninoska Medel, directora de la Orquesta de la Facultad de Artes UCH y de la Sinfónica Juvenil Regional de Aysén, es crítica con las intenciones y lo que realmente ocurre: "Los esfuerzos no son tales. Es cosa de fijarse cuántas mujeres van a venir a dirigir las orquestas más importantes de Santiago", apunta. Ella dirige también un proyecto creado el año pasado al calor de las protestas feministas: la Orquesta de las Mujeres de Chile. Hoy, a mediodía, se presentarán en la Casa Central de la U. de Chile.

De las mujeres que han cimentado la dirección femenina, Urrutia señala a la estadounidense Marin Alsop (1956), a cargo de la Sinfónica de Baltimore desde 2007, entre otros puestos. También destaca la trayectoria de la lituana Mirga Grazinyte-Tyla (1986), directora de la Sinfónica de Birmingham y quien acaba de firmar un contrato de largo aliento con la Deutsche Grammophon -la primera directora en hacerlo-, y a Barbara Hannigan (1971), soprano y directora (ha estado al frente de la Filarmónica de Berlín).

De las latinoamericanas, ya tiene consolidado su prestigio Alondra de la Parra (1980), mexicana, directora musical de la Orquesta Sinfónica de Queensland en Australia. Y la brasileña Ligia Amadio (1963), directora de la Filarmónica de Montevideo.

Jóvenes, se nombra a la argentina Natalia Salinas, con presentaciones en el Colón de Buenos Aires, y en Chile, a Alejandra Rivas y Paula Torres, ambas de la FOJI.

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