Rosalía: "Al comienzo rogaba por cantar hasta en los peores bares de Barcelona"

José Vásquez
Espectáculos
El Mercurio

El último fenómeno global salido de España habla de sus difíciles inicios, donde actuaba por comida, su amor por el flamenco y su debut en el cine con Pedro Almodóvar.



La apuesta ya se cobró. El fenómeno de Rosalía (25) es real y se está esparciendo rápidamente por el mundo. Las expectativas antes del nuevo trabajo de la catalana eran altísimas y el resultado, que mezcla flamenco con ritmos urbanos, enloqueció tanto al público, como a la crítica.

El diario español El País calificó en noviembre pasado como "una obra maestra" su disco "El mal querer", que antes de ser un álbum, se promocionó con sencillos como "Malamente", ganador de dos Latin Grammy en su última entrega. Las cifras de streaming explotaron y su nombre es un denominador común entre festivales como Lollapalooza, Coachella y Primavera Sound, por eso, el apelativo más preciso para calificar su momento es el de presentarla como una artista en ebullición.

Ayer en la tarde, el nuevo fenómeno catalán realizó su debut en vivo en la capital. El público que colmó el Acer Stage replicaba con rápidas palmas flamencas a la cantaora que dejaba salir su voz tan característicamente española en canciones como "De madrugá" y "Catalina", donde solo se oía a Rosalía y las manos de la gente en perfecta comunión, con la nueva ídola entregada a una interpretación que la dejó al borde de las lágrimas

"'¿Sabes?', no le temo a las expectativas que despierte mi trabajo, porque honestamente yo empecé desde la nada, entonces cuando no tienes nada que perder no te preocupas de lo que pueda pasar. Así es como empecé mi música y así es como la voy a seguir, arriesgándome y experimentando", dice Rosalía a "El Mercurio", como si leyera su línea editorial como una carta de presentación.

"Estuve trabajando muy duro durante meses antes de montar este nuevo espectáculo. Es todo nuevo, desde los temas, la estructura y las visuales", señala sobre un show que fue un viaje conceptual apoyado en coreografías, parte importante de su performance en vivo, que preparó con Charm La'Donna, bailarina norteamericana que ha trabajado con Selena Gomez y Pharrell Williams, entre otros.

Su presente es dulce, pero su carrera no tuvo un despegue fácil, recuerda Rosalía. "Al comienzo rogaba por cantar hasta en los peores bares de Barcelona, de verdad, en los peores bares y restaurantes que se puedan imaginar. Así me empecé a ganar la vida, donde me pagaban con la comida que era mi cena. Fue un gran esfuerzo, pero me sirvió muchísimo", dice la voz de "Con altura" -tema que acaba de estrenar en compañía de J Balvin y El Guincho- que aprendió a desarrollar su carrera en la calle. "Eso me hizo la músico que soy hoy. Siempre fui muy curiosa, pero todo lo que hago está fundamentado en los clásicos, pero desde una actitud experimental y sin prejuicios", cuenta.

La intérprete recuerda que conoció el flamenco a los 13 años, porque esa era la música que escuchaban sus amigos en el barrio. "Cuando lo descubrí me impactó mucho y desde entonces no he dejado de estudiarlo", dice la española que siguió una carrera universitaria de interpretación e historia del flamenco. "En el lugar donde nací hubo mucha inmigración andaluza, esa era la cultura que se respiraba en las calles, además, la rumba catalana, de donde yo soy, hoy está considerada dentro de las ramas del flamenco", responde ante los cuestionamientos de una posible apropiación cultural, por el ritmo que la lanzó a la fama. "Es que es mi música favorita, mi gran pasión", se defiende, sobre un estilo que en Santiago ayer transmitió demasiado familiar.

Chica Almodóvar
Rosalía actúa en la última película del director "Dolor y gloria". "Yo soy músico y esa es mi prioridad, pero fue un honor realizar mi primera incursión en el cine de la mano de Almodóvar", cuenta.