La Tercera
En 2010 los fans se sorprendieron con un disco póstumo del Rey del pop que no tuvo buenas críticas. Al parecer, algunos de los temas no fueron interpretados por Michael Jackson. Después de un largo trámite legal, justo en el día en que hubiera cumplido 60 años, una corte se pronunció por las canciones.
Por Magdalena Bordalí
Bajo la conmoción mundial ante la noticia de la muerte de Michael Jackson, solo un año después apareció el primer disco póstumo del cantante. El álbum Michael causó furor inmediatamente entre sus fans, quienes apenas lo escucharon declararon que esa no era la voz del fallecido Rey del pop.
Las críticas siguieron en aumento. Para ese entonces, entre 2011 y 2014, no solo los fanáticos reclamaban que las canciones “Monster”, “Breaking news” y “Keep your head up”, incluidas en el material discrográfico, no eran cantadas por Michael Jackson, mientras su propia familia negaba que esos temas fueran realmente de su repertorio.
En ese entonces, la prensa desmantelaba un video de Paris Jackson hablando con sus amigos sobre el caso. “Todo este álbum no es de él. Vayan a verlo en YouTube y busquen a Jason Malachi, ¡él es! Debería saber si es él o no porque él me cantaba todo el tiempo”, alegaba la hija de Jackson.
En 2014, una fan llamada Vera Sevora demandó a Sony’s Epic Records, el sello que lanzó el disco, y también a la propiedad de Jackson y a sus productores, reclamando que había un fraude y que esos tracks estaban realmente interpretados por un imitador.
El lío legal ha seguido durante todos estos años y, hace apenas una semana en la corte estadounidense, Sony, en función de convencer a un juez de que no debería ser un defensor de este caso, hipotetizó que en el caso de que Jackson no fuese el cantante principal de dichas canciones, ellos tendrían el mismo derecho legal a vender música bajo su nombre.
Misterio sin resolver
Finalmente, los jueces dictaminaron que Sony y Michael Jackson, junto a sus productores, no pueden ser considerados responsables de las tres canciones en disputa. ¿La razón? Ninguna de las partes sabían con certeza si efectivamente Jackson era quien cantaba las canciones, ya que solo habían sido acuerdos de palabra y confianza.
Además, se dictaminó que la promoción del álbum y su portada nunca fueron declarados como representación exacta del contenido del disco, teniendo en cuenta que este es un producto comercial, por lo tanto no son elegibles para la demanda específica que hizo Serova cuatro años atrás.
Sobre todo porque en esos tratos de confianza entre productores y otros, se evidencia que nadie hizo una declaración sobre la verdadera identidad de las canciones. Esas, más bien, eran meras opiniones.
El caso queda sin resolver justo el día en que Michael Jackson cumpliría 60 años de edad. Y las canciones de dudosa procedencia siguen dando que hablar en una década donde su nombre, marca y legado ganan al rededor de $900 millones de dólares al año, muchísimo más de lo que ganaba cuando estaba vivo, antes de sufrir un fallo respiratorio debido a la intoxicación por propofol y benzodiazepina el fatídico 25 de junio de 2009.
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