El Mercurio
Desde que celebró sus 50 en 2008 hasta el próximo jueves 16 de agosto -día de su cumpleaños-, la artista habrá publicado solamente dos álbumes de estudio, la menor cuota de su producción. La "Reina del Pop" ha privilegiado la vida familiar trasladándose a Portugal, escenario e inspiración de su próximo disco, que se estrena antes del término del año.
Bastián García Santander
Aunque Madonna no pudo superarse a sí misma tras el impacto que provocó su rutina de baile y su físico en estado puro a los 47 años en el video de "Hung up", del disco "Confessions on a dance floor" (2005), su sucesor "Hard Candy" (2008) al menos demostraba que la mujer de "Like a Virgin" podía seguirle el ritmo a las transformaciones de la industria musical. Luego de trabajar con productores cercanos a la música de clubes y a la electrónica más refinada, su nueva y primera línea de colaboradores la encabezaba Pharrell Williams, Kanye West, Justin Timberlake y Timbaland, rostros masculinos de la música negra producida en masa.
La artista estadounidense terminaba así sus 40, que entre "Music" (2000) y el álbum que lleva el nombre de su cadena de gimnasios supo de reinvenciones y de altos y bajos en concepto de ventas, con la sensación de que todavía estaba en el juego. Pero el cambio de folio significó, en el mejor de los casos, una caída estrepitosa que también se tradujo en la década más silenciosa de su carrera, que concluirá este jueves 16 de agosto cuando celebre su cumpleaños número 60.
Durante ese período, Madonna solo lanzó dos discos, "MDNA" (2012) y "Rebel Heart" (2015), la menor cuota de su producción personal. Y, por si fuera poco, la sumatoria de ventas combinadas superó levemente las tres millones de copias alrededor del mundo, su peor cosecha histórica.
Lamentablemente para la frontwoman , el escenario era distinto, porque si bien el estatus que le han dado sus títulos nunca ha estado en entredicho, dejó de tomársele como una referencia clara, a diferencia de lo que ocurrió con Britney Spears y Christina Aguilera al inicio de sus carreras. La arremetida definitiva de figuras como Rihanna, Beyoncé o Lady Gaga (influenciadas de una u otra manera por la Reina del Pop) auguraba renovación y revolución, mientras que la llegada de las plataformas digitales y el streaming cambiaron la forma de consumir música.
Y bajo ese panorama tuvo que adaptar la estrategia para penetrar en un negocio que generacionalmente podía resultarle ajeno. Entonces volvió a acercarse a la electrónica cuando el EDM comenzó a dominar la escena -con Diplo y Avicii como los nombres más potentes-, para así cantar sobre el divorcio, el redescubrimiento personal o su calendario de fiestas salvajes y lujosas, como si quisiera defender su territorio desde su capacidad para verse y mantenerse por siempre joven.
De todas formas, más allá de la calidad de las canciones, esa fue la faceta que más destacó la prensa especializada: la Madonna provocadora y deslenguada, transitando sin tapujos entre la religión y el sexo. Básicamente, transgrediendo la relación entre la edad y el pudor para lograr su versión esencial.
Vivir en Portugal
Con "Rebel Heart", la voz de "Ray of Light" recibió en 2016 el premio Billboard a la mujer más importante de la música. "Gracias por reconocer mi capacidad para ejercer mi carrera durante 34 años, ante el sexismo y la intimidación constante y el abuso implacable", dijo la cantante en un aplaudido discurso donde abordó temas como el feminismo, la violación que sufrió cuando tenía 19 años y la percepción de sí misma que obtiene del público: "La gente siempre dice que soy polémica, pero creo que lo más polémico que he hecho es seguir viva".
Meses antes, Madonna se había enfrascado en una disputa legal con su ex esposo, Guy Ritchie, luego que el hijo de ambos, Rocco (en ese entonces de tan solo 15 años), la abandonara en medio de su tour mundial para mudarse a Londres con su padre.
Quizás ese fue el momento en que decidió alejarse en parte de la vida pública, porque después de reencontrarse con el adolescente y firmar la paz familiar, la artista se tomó una pausa.
De hecho, en 2017 se trasladó a Portugal para seguir de cerca el sueño de otro de sus hijos, David Banda, de convertirse en futbolista profesional bajo la dirección del club Benfica de la ciudad de Lisboa. Eso sí, el cambio de aires también le sirvió como impulso. "La energía de Portugal es muy inspiradora. ¡Me siento muy creativa y viva aquí y espero hacer nueva música! Este será el próximo capítulo de mi libro. ¡Es hora de conquistar el mundo desde un punto de vista diferente!", escribió la cantante en su cuenta de Instagram.
Y en una entrevista con Vogue Italia, en su edición más reciente, reconoció que estaba trabajando en un nuevo disco que "se lanzará antes de fin de año": "Acabo de conocer a muchos músicos realmente increíbles, y terminé trabajando con muchos de ellos en mi nuevo álbum. Lisboa ha influido en mi música y mi trabajo. No veo cómo podría haber pasado este año sin haberme informado de todo este aporte cultural".
Durante la Met Gala de 2018, estrenó una nueva canción llamada "Beautiful Game", que si bien aún no tiene una versión oficial de estudio, debería ser parte de su decimocuarto trabajo discográfico.
Volviendo a su reflexión en los premios Billboard, Madonna expresó que "Michael (Jackson) se ha ido. Tupac se ha ido. Prince se ha ido. Whitney (Houston) se ha ido. Amy Winehouse se ha ido. David Bowie se ha ido. Pero yo todavía estoy aquí". Y cómo no, si serán 60 años y no podemos dejar de hablar de ella.
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