domingo, agosto 19, 2018

Consuelo Valdés: "Los tres museos nacionales requieren intervenciones"

El Mercurio

La recién designada ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio adelanta ejes de su cartera, entre otros: fortalecer el acceso y la gestión de los museos nacionales, y recomponer las confianzas con los funcionarios. 

Maureen Lennon Zaninovic
Consuelo Valdés Chadwick (1948) sorprende por su tranquilidad y sencillez. La arqueóloga confiesa que no ha tenido tiempo para retirar sus pertenencias del Museo Interactivo Mirador (MIM), donde hasta hace una semana se desempeñaba como directora ejecutiva, cargo que también ocupó en el anterior gobierno del Presidente Piñera.

Hija de la paisajista María Teresa Chadwick -que hoy a sus más de 90 años sigue plenamente activa- y miembro de un clan de cinco hermanos, se ha destacado ampliamente de la nueva ministra de las Culturas su conocimiento del área y que a inicios de los años 80 ingresó a la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam), y que, entre otros desafíos, creó la Coordinación Nacional de Museos (que luego se transformó en la Subdirección de Museos) y el Centro Nacional de Conservación y Restauración (CNCR).

El jueves viajó a Valparaíso y tuvo su primera reunión con los funcionarios de esta cartera. Sacó aplausos. "Sentí cariño verdadero y demostraciones de afecto. Para mí es muy importante el clima laboral y recomponer las confianzas", afirma la profesional, quien tuvo que reemplazar en el cargo a Mauricio Rojas Mullor (1950). En sus primeros días en este cargo tuvo una reunión con el Presidente Piñera, vía streaming se contactó con las 15 seremías -desde Arica a Punta Arenas- para conocer sus realidades y prioridades, visitó las dependencias del Museo de la Memoria y renunció a tres directorios: al MIM, al Centro Cultural Estación Mapocho y al Museo Artequin. "Mi trabajo prioritario hoy es el ministerio", dice.

Camiseta puesta

-Usted trabajó entre 1974 y 1979 junto a Juan Gómez Millas. ¿Cómo fue esa experiencia?

"Fue inolvidable trabajar junto a este gran humanista y educador. Me marcó. Yo venía llegando de Estados Unidos con mi posgrado. Me lo presentó Grete Mostny, ex directora del Museo Nacional de Historia Natural: ella me había encargado hacer allí clases de museología, años antes de partir al extranjero. Era la época de los rectores delegados, y le solicitaron a don Juan asumir como director del Departamento Académico del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (entonces ocho entidades). Él me pidió que fuese su subdirectora: recuerdo que me dijo algo así como que necesitaba a una colaboradora 'que no viniese con la cabeza contaminada'.

-¿Cómo se enfrenta a este nuevo desafío y en especial a todo lo que significa la instalación de un nuevo ministerio?

"Con mucho entusiasmo y convicción por la misión que me ha encargado el Presidente. Me siento privilegiada de poder contribuir a gestionar lo más esencial de nuestro país, su vigor creativo latente en distintas áreas, su patrimonio, la riqueza de sus pueblos originarios y su creciente diversidad cultural".

-¿Qué clima ha encontrado o espera palpar al interior de esta cartera?

"En mi recorrido por muchas oficinas he advertido en los funcionarios amabilidad, entusiasmo, sentido de misión, conocimientos y experiencia. Tienen 'la camiseta puesta', no lo dudo. He insistido que nuestros logros serán resultado de un trabajo en equipo: como en el fútbol, gana el equipo, no los jugadores individuales".

-Desde su vasta experiencia en museos, ¿cuál es su diagnóstico actual del sector?

"Los museos, al igual que las personas, son trayectoria y proyecto simultáneamente. Hay que establecer una ruta de navegación. Es evidente que hoy faltan recursos para que todas sus colecciones, sus depósitos y espacios de exhibición estén en óptimas condiciones; pero también tenemos que asegurarnos de que el concepto de inclusividad sea integral: la gratuidad ayuda, pero no es suficiente. La inclusión debería propender a un acceso pleno: físico, social, cultural, emocional e intelectual. La vara para medir un museo 'inclusivo' abarca muchísimo más que datos estadísticos. Los museos deben redistribuir lo más equitativamente posible el conocimiento, y quizás a veces usamos un lenguaje demasiado hermético".

-¿Uno de los énfasis de su gestión será el tema museos?

"Los énfasis están en el programa de gobierno del Presidente Piñera, es decir, trabajar para que el acceso a la cultura no sea un privilegio, sino un derecho de todos. También, descentralización, participación ciudadana y tecnología para el desarrollo cultural; fortalecer la gestión de los centros culturales -por mi trabajo en el MIM, me tocó visitar varios a lo largo del país y muchos están vacíos. Hay que llenarlos de contenido y que sean atractivos-; apoyar y poner en valor la creación artística en sus distintas áreas, y revisar la educación artística en todas las etapas de la enseñanza, pues la cultura es esencial en la formación integral de las personas. La cultura no es gasto, es inversión. Me encanta esta cita de Gabriela Mistral: 'Lo que el alma hace por su cuerpo es lo que el artista hace por su pueblo'. Otros énfasis son crear plataformas digitales de difusión de contenido que vinculen a los creadores chilenos con la comunidad, y revisar la Ley de Monumentos Nacionales, en especial los tipos y procedimientos de declaratorias y el sistema de compensaciones e incentivos".

-¿Cuál es su diagnóstico del Museo Nacional de Bellas Artes?, ¿hay posibilidades de incrementar su financiamiento?

"Actualmente los tres museos nacionales requieren intervenciones importantes en sus inmuebles (ampliaciones y mejoramientos) y fortalecimiento de su gestión. El Museo de Bellas Artes contiene las colecciones de artes visuales más importantes y representativas del país, y hay que capturar al sector privado, a través de estímulos tributarios. Se está revisando la legislación existente para este propósito. Los temas de capacidad de gestión y actualización de propuestas de curadurías y de museografía son especialmente relevantes en este edificio".

-Dentro de ese contexto, ¿qué papel juega, a su juicio, el Museo de la Memoria?

"Nos entrega testimonios de hechos que acontecieron en nuestro país, que significaron mucho dolor, y que nadie quiere que se repitan. La garantía al respeto de los derechos humanos es hoy la más alta tarea humana, en cualquier país del mundo. Muchas veces la contingencia eclipsa lo esencial. Pienso que cada vez que se levanta la polémica en torno al Museo de la Memoria es una oportunidad para invitar a todos a reflexionar en lo que hemos hecho, y en lo que podemos llegar a ser y a hacer".

-Hay dos cargos vacantes, en el Museo Nacional de Bellas Artes y en el Museo Histórico. ¿Hay plazos para llenar esos cupos ?

"En el caso del Museo Nacional de Bellas Artes se está preparando el concurso respectivo. Y en cuanto al Museo Histórico Nacional, dentro de las próximas semanas debería concluir el concurso. Es importante que ambos tengan pronto designadas sus jefaturas".

-¿Qué plazos se ha puesto para la instalación del Palacio Pereira?

"Mientras antes, mejor. Estoy preocupada por las condiciones laborales de los funcionarios en nuestro actual edificio de la calle Ahumada. Hay hacinamiento y mucha acumulación de carpetas y archivos de postulación a los fondos".

"Estoy preocupada por las condiciones laborales de los funcionarios en nuestro actual edificio de la calle Ahumada".

"Muchos de los centros culturales a lo largo del país están vacíos. Hay que llenarlos de contenidos atractivos".

"Cada vez que se levanta la polémica en torno al Museo de la Memoria es una oportunidad para invitar a todos a reflexionar en lo que hemos hecho".



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