La Tercera
Franklin fue influencia directa en diversas generaciones de artistas, incluso en Chile, país que nunca visitó.
Por Gonzalo Valdivia
En 1984, su fobia a los aviones pudo más y Aretha Franklin dijo adiós a las giras. Y aunque nunca más salió de Estados Unidos, el impacto de su cancionero fue tal que se las arregló para atravesar todo tipo de fronteras. Incluso colores políticos, como quedó demostrado ayer, con los homenajes que le rindieron el presidente de EE.UU., Donald Trump y su antecesor, Barack Obama. Lo mismo en la música, donde la Reina del soul dejó decenas de herederas en los más diversos frentes.
Pero fue en el pop de raíz soul y R&B -finalmente, la música que domina los ránkings hace dos décadas-, donde la fallecida artista dejó su huella más marcada. De hecho, carreras como las de Christina Aguilera, Mariah Carey, Ariana Grande y Beyoncé -por nombrar sólo a algunas- no existirían como tal sin la impronta que deja la obra de Franklin, su forma de encarar un mundo patriarcal y aquellas piruetas vocales cargadas de emoción que hicieron escuela. “Aretha fue una inspiración eterna para mí y tantas otras, la reina definitiva”, reconoció ayer Christina Aguilera, mientras que Carey añadió: “Tu legado te lo ganaste no sólo por tu incomparable voz, sino por tu personalidad, sabiduría y humor”.
Algo similar ha ocurrido en otras latitudes que Franklin nunca visitó, como Chile. De hecho, nunca pisó los escenarios de Latinoamérica. Pero tampoco hizo falta, como aseguran diversos artistas locales que la tienen entre sus principales inspiradoras.
“Aretha es única, no creo que hoy haya absolutamente nadie que pueda igualarla en un 10%”, dice Denise de Aguaturbia, quien destaca su estilo y pasión. “Fue James Brown y ella”, asegura.
Moyenei Valdés dice que “toda su música es una oda a la belleza y a la fuerza de una mujer que viene de un momento de segregación y que logra sobreponerse hasta ser una de las voces fundamentales de la música universal”. La ex Mamma Soul añade: “Vocalmente, es una de las tesituras más extraordinarias. No sólo tiene la potencia de la voz afro, como un sello fundamental, sino también ese sentimiento que quizás viene desde la parte más ancestral del legado afroamericano.
Otro que reconoce una influencia “fundamental” es Rulo, de Los Tetas, que explica que “siempre se escuchó en mi casa, viene de antes que me gustara el funk o soul, es una figura omnipresente”. También se refiere a cómo trascendió en su trabajo como músico: “de un modo más inconsciente, está siempre ahí, aunque hace bastante tiempo que no escucho un disco de ella. De todas maneras fue parte de mi escuela básica musical”.
“Fue una de las que llevó el gospel, la manera religiosa de cantar, al pop”, agrega el cantautor, para quien su “su influencia es tan transversal que no me extrañaría que haya influenciado a músicos de estilos muy diferentes”.
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