El Mercurio
El ícono del futurismo musical en los 70 y 80 debutará esta noche en Chile, donde repasará los temas que lo transformaron en uno de los músicos más influyentes de su generación.
Sebastián Cerda
En casi 30 años de "megaeventos" en Chile, desde aquella mítica presentación de Rod Stewart en 1989, ya son pocos los artistas que tienen el check pendiente en suelo nacional. Si alguna vez llegamos a pensar que Madonna nos despreciaría por la eternidad, hoy ya van dos visitas y tres conciertos de la sexagenaria diva en Santiago. Si creímos que Bruce Springsteen nunca encontraría aquí tierra fértil para su propuesta, en 2013 esos prejuicios fueron borrados de un plumazo.
Pero hoy, en 2018, aún quedan espacios para la novedad y la sorpresa, como la que correrá esta noche por cuenta de Gary Numan, uno de los artistas más influyentes en el pop generado a partir de los 80, y que se presentará por primera vez en Gran Arena Monticello.
Claro que su estadía en el país cuenta ya varios días, que el británico ha aprovechado como un turista más. "Estoy tan emocionado de hacer un show en Chile, que aterricé antes para empaparme de eso. De hecho, estuve unos días en Santiago y luego en Isla de Pascua. Lo he pasado increíble, absolutamente fascinante y ameno. No sabía qué esperar, pero ha sido una visita que he disfrutado mucho. Vine con mi esposa y mis hijos, y ellos no se quieren ir", cuenta.
De hecho, su hija Persia, de apenas 13 años, estará sobre el escenario, para cantar al menos en el tema "My name is ruin", publicado en el disco que inspira la actual gira: "Savage" (2017).
Futurismo ayer y hoy
La reputación de Numan no es la de uno más. Tras adelantar la new wave con el grupo Tubeaway Army, el cantautor se transformó en un pionero del synth pop con su debut como solista, "The pleasure principle", un álbum de 1979 que terminó por adelantar a toda una corriente que imperaría en la próxima década de los 80.
Depeche Mode, Human League, Yazoo, Camouflage, Pet Shop Boys y otros nombres de esa era, de algún modo entraron por la puerta que el británico abrió, con el emblemático tema "Cars" como llave. Y aunque su carrera no siempre mantuvo esa senda de éxito en las siguientes etapas, su carácter de referente siguió inalterado, y empapó también a buena parte de los iconos de la escena industrial, como Trent Reznor y Marilyn Manson.
"He leído esos elogiosos comentarios acerca de mi influencia, de ser una inspiración, y me hace sentir orgulloso. La verdad, sin embargo, es que cuando voy al estudio estoy tan nervioso e inseguro de mí mismo como cuando era un adolescente. Pero creo que eso es algo bueno. Esa incertidumbre hace que continúes poniéndote a prueba en cada disco, trabajar más duro, no parar hasta que todo esté absolutamente bien, intentar ser mejor de modo permanente. Todavía estoy lleno de dudas acerca de mi trabajo, pero intento con mucho esfuerzo que cada álbum sea mejor que el anterior", dice el artista.
Aquello buscó dejarlo en claro en "Savage", una placa de teclados modernos y bases electrónicas en función de melodías pesadas y oscuras, que hablan de un futuro apocalíptico. En la portada, Numan aparece cubierto con un traje al más puro estilo "Mad Max", estética que también recrea sobre el escenario.
El concepto de "futuro", entonces, parece perseguir al músico de 60 años. Si ahora se trata del mundo que estamos construyendo, a fines de los 70 ello iba de la mano de una búsqueda del sonido que estaba por venir. Hoy, en tanto, la realidad choca con las proyecciones que hizo entonces.
"Musicalmente hablando, yo pensaba que la tecnología cobraría una enorme relevancia en la música, con instrumentos electrónicos y equipamiento de estudio. Eso ha pasado en gran medida, pero no es tan experimental como yo esperaba. Los músicos se han adaptado a las nuevas tecnologías, incluso aquellos que estaban en contra cuando la música electrónica comenzó a ser exitosa, pero la mayoría las usa de formas menos arriesgadas de lo que yo hubiera imaginado. La música mainstream está muy bien construida, pero tiene algo flojo la mayor parte de las veces. Pensé que sería algo más variada, más aventurera, pero estaba equivocado", reflexiona.
Su propio devenir, en cambio, sigue siendo una dimensión en movimiento, aunque con espacio para inquietudes como las expresadas en sus últimas canciones: "Siempre estoy pensando en mi futuro, y en el futuro hacia el que van mis hijos. Tanto, probablemente, como para ponerme nervioso. Siempre estoy preocupado de eso. Planeo con mucho detalle hasta los próximos tres años, hago un mapa de cada mes. Siempre estoy trabajando, pensando: Nueva música, nuevas letras, nuevas visuales, nuevas opciones, nueva tecnología, nuevo, nuevo, nuevo... Nunca paro. Afortunadamente, me encanta estar buscando nuevas cosas".
Más presente que pasado
"No soy un fan de la nostalgia, pero algunas de las viejas canciones más importantes estarán de todas maneras", dice Gary Numan sobre el show que ofrecerá en Gran Arena Monticello, hito que enfrenta con ansiedad y entusiasmo, pero también con algunas dudas. "Es difícil para mí saber qué tan al tanto de mi carrera está la gente en Chile, no tengo experiencias previas allí, así es que tocaré las canciones que más me gustan y que siento que representan mi carrera, pero siempre recordando que la primera razón por la que estoy aquí es para presentar 'Savage'", subraya. Para el show de esta noche aún hay entradas disponibles entre $20.700 y $49.450, aunque en la plataforma Ticketpro pueden encontrarse con un 40% de descuento.
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